Llegué de mi viaje por Ecuador durante más de cinco meses, todos mis amigos me querían ver.
Yo que había estado totalmente desconectada del mundo en una Reserva Natural en mitad de "la nada" (como se vería desde fuera) o del todo (como yo lo veo) tuve mi primer encuentro con la sociedad "civilizada" hablando con mis padres y mis amigos... la noticia: lo enfadados y molestos que habían estado porque se habían quedado sin luz...
Antes de continuar leyendo, quiero decirte amigo/a lector/a que lo comprendo, comprendo los enfados, las quejas, el stress que ha ocasionado en los hogares barceloneses... pero ahora ya no lo puedo compartir.
Ahora he vivido con personas que pasan infinidad de necesidades, personas que siempre tienen una
sonrisa interior, que viven felices independientemente de las circunstancias. Personas que pasan muchas penalidades, penalidades que nosotros no seríamos capaces de aguantar ni en una pequeñísima parte. Personas que si les explicara las "grandes" preocupaciones que nos proporciona la compañía eléctrica con su incompetencia al no haber previsto lo que ha sucedido asentirían con compasión, sonreirían sin ninguna malicia, con comprensión en el corazón y dirían: "se que para vosotros es muy importante vivir con luz".
Mientras mi amigo me explicaba todo lo que le había afectado la demora en la conexión eléctrica y todo lo que le molestaban los generadores que hay instalados por toda Barcelona yo no podía dejar de pensar en mis amigos de la región de Intag en Ecuador.
Recordaba todo lo que viven con una sonrisa en los labios. Como me enseñaron que nada tiene la suficiente importancia, que nada puede alterar la felicidad si realmente lo tomas como que nada es más importante que tu tranquilidad.
Y espontáneamente no pude más que contestarle: "pues sí, unos están sumamente estresados porque se quedan unas horas sin luz mientras que otros, entre otras dificultades, tienen que viajar dos veces a la semana en bus y todo el problema que tienen es intentar no mancharse los zapatos de mucho barro cuando el bus se queda embarrancado en el camino que quizás sea el último del día y en lugar de molestarse, quejarse o hacerse mala vida lo ÚNICO que hacen es salir del bus y empezar a trabajar todos juntos para sacarlo de allí y poder continuar el camino, aunque para ello tarden dos horas más..."
Yo que había estado totalmente desconectada del mundo en una Reserva Natural en mitad de "la nada" (como se vería desde fuera) o del todo (como yo lo veo) tuve mi primer encuentro con la sociedad "civilizada" hablando con mis padres y mis amigos... la noticia: lo enfadados y molestos que habían estado porque se habían quedado sin luz...
Antes de continuar leyendo, quiero decirte amigo/a lector/a que lo comprendo, comprendo los enfados, las quejas, el stress que ha ocasionado en los hogares barceloneses... pero ahora ya no lo puedo compartir.
Ahora he vivido con personas que pasan infinidad de necesidades, personas que siempre tienen una
sonrisa interior, que viven felices independientemente de las circunstancias. Personas que pasan muchas penalidades, penalidades que nosotros no seríamos capaces de aguantar ni en una pequeñísima parte. Personas que si les explicara las "grandes" preocupaciones que nos proporciona la compañía eléctrica con su incompetencia al no haber previsto lo que ha sucedido asentirían con compasión, sonreirían sin ninguna malicia, con comprensión en el corazón y dirían: "se que para vosotros es muy importante vivir con luz".Mientras mi amigo me explicaba todo lo que le había afectado la demora en la conexión eléctrica y todo lo que le molestaban los generadores que hay instalados por toda Barcelona yo no podía dejar de pensar en mis amigos de la región de Intag en Ecuador.
Recordaba todo lo que viven con una sonrisa en los labios. Como me enseñaron que nada tiene la suficiente importancia, que nada puede alterar la felicidad si realmente lo tomas como que nada es más importante que tu tranquilidad.
Y espontáneamente no pude más que contestarle: "pues sí, unos están sumamente estresados porque se quedan unas horas sin luz mientras que otros, entre otras dificultades, tienen que viajar dos veces a la semana en bus y todo el problema que tienen es intentar no mancharse los zapatos de mucho barro cuando el bus se queda embarrancado en el camino que quizás sea el último del día y en lugar de molestarse, quejarse o hacerse mala vida lo ÚNICO que hacen es salir del bus y empezar a trabajar todos juntos para sacarlo de allí y poder continuar el camino, aunque para ello tarden dos horas más..."
3 comentarios:
Hola Maria !!!
Me alegra saber de ti. Espero sentir parte de tu camino por Ecuador.
Comparto tu sensación de que no hace falta tanto para vivir, he estado 3 semanas en el Camino de Santiago, con una mochila con 6 kg como toda posesión y viviendo calor, frío, y cansancio. Pasito a pasito se hace el camino, y la metafora se me hizo vida caminando día tras día.
Las circustancias son parte del camino, son la sal y la alegria del Camino. Y ninguna de ellas tiene porque parar nuestro caminar, ya sea externo o interno.
Para mi los apagones son experiencias fascinantes para jugar, poner velas, abrazar, o sentir los propios miedos hermosos. Que gran fortuna es romper la monotonia de la vida civilizada.
Un gran abrazo querida Maria y todos los que andáis por ahí.
¡ Conoscoo esa vela ¡¡:)))))))
Este artículo es imprescindible en mi opinión. Me haré eco de él en otro que escribí sobre dramatizar la realidad. Como me gustaria que algunos familiares mios pudiesen comprender que la vida no se puede vivir de manera tan dramática, y ofendidos constantemente porque nuestros derechos están siendo pisoteados (sin luchar realmente por estes derechos, protestando así desde la típica pasividad de la ciudadania occidental, claro)
Al respecto te dejo aquí un aprendizaje que hice en una encuentro de meditación.
"EL ZEN Y LA DRAMATIZACIÓN
El otro día en una reunión de meditación, el “profe”, nos enseño un hermoso ejercicio.
Nos pidió que escuchasemos a los pájaros que se oían en los árboles cercanos. Al cabo de 5 minutos nos pidió que dejasemos de hacerlo.
Nos explico que a veces, hay que dejar de aferrarse a lo bueno, porque lo bueno también pasa. Y aceptar lo malo, con tranquilidad, cuando llegué.
El problema surge, cuando algunos NOS AFERRAMOS A LO MALO, porque nos permite sentir que seguimos siendo victimas de alguna manera, y quizá así, de manera inconsciente, perseguimos “llamar la atención” y conseguir el amor, el respeto y/o la atención de la persona que en ese momento, sentimos que nos está maltratando.
Una técnica zen, consiste en eso, en aprender a SOLTAR esa situación de DRAMA Y SOBREDIMENSIONAMIENTO. NO AGARRARNOS A ELLA, DEJARLA PASAR. No consiste en no defenderse cuando uno está siendo realmente agredido… es una muy buen ayuda, para dejar de sufrir innecesariamente, porque muchas veces UNO CREE QUE ESTÁ SIENDO AGREDIDO Y NO ES ASÍ. ¿Para que sirvió este sufrimiento imaginario, entonces?"
http://evolucionando.wordpress.com/2007/06/29/la-importancia-de-dramatizar-o-o-sobredimensionar-la-realidad/
Saludos a Nacho, que no sé le ve el pelo ¡¡¡
Sirah
Hoooooola María.
Has regresado y yo no había vuelto a pasar por acá, pero la razón fué más relacionada con el tiempo, que con el olvido.
He leído tu post y me parece nada más que acertadísimo, mi trabajo me obliga realizar giras por lugares de mi país que ni siquiera tenía idea de que existían y me topo siempre con situaciones sumamente difíciles. Sin embargo, estas situaciones están dentro de sus propios parámetros y su naturaleza, por lo tanto no los afectan de la misma manera que a nosotros. Claro, que eso no significa que las cosas deban quedar ahí, debería ser tarea nuestra mejorar sus condiciones y por eso, estoy tan sumamente agradecido por la oportunidad que me ha dado el cielo de ampliar mi visión real del mundo que me rodea, me alegro por vos y tu oportunidad de hacerlo también.
Feliz regreso!
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